La cebolla quizás haya sido la inspiración en tiempos antiguos para el desarrollo de armas químicas para paralizar al enemigo.
En nuestro caso, cuantas veces no te has paralizado en la cocina cortando la cebolla?
La razón? Al ser cortada descompone sus moléculas con el oxígeno produciendo varios derivados del ácido sulfúrico como el ácido sulfhídrico, dipropilsulfuro o el alilpropilsulfuro; compuestos químicos que estimulan las glándulas lagrimales en un esfuerzo por mantener limpia tu córnea de ese sulfuro. A su vez, y a medida que aumenta la sensación de ardor, el nervio lagrimal hace que tus párpados se cierren como medida de protección.
Solución?
No.. La cebolla en la cabeza es un mito!. Sólo con cortar rápidamente la cebolla por la mitad. Enjuagarla repetidamente para que se disuelvan estos ácidos y no se formen súbitamente, tienes la mitad de la batalla ganada. Una vez lo hagas, para picar el resto de la cebolla, coloca la cara cortada boca abajo y procede con el resto.
Así mismo, puedes congelar un poco la cebolla unos cinco minutos antes de cortarla, esto retrasa la formación del ácido mientras la cortas.
A pesar de los efectos indeseados de ella, si dominas el arte de cortarla disfrutarás de todos los beneficios de la cebolla aporta que a tu salud, que son muchísimos.
Si nada de esto te funciona, una máscara de gas es el último recurso, pues todo lo demás son cuentos de carretera.
Disfruta de una deliciosa Sopa de Cebolla, eso sí sin llorar y con mucha felicidad!
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Last modified: 14 de abril de 2024
