Los colibríes, aún con su reducido tamaño, son uno de los grupos de aves más numerosos y diversos.
Endémicos del continente americano son inconfundibles por su morfología, conducta y hábitos.
Todas las especies comparten las características que nos vienen a la mente al pensar en ellos: tienen picos largos y delgados, largas lenguas tubulares que utilizan para alimentarse del néctar de las flores y un aleteo sumamente veloz.
En México se pueden encontrar, en gran parte de su territorio y en diferentes etapas del año, 57 de las 330 especies de colibríes registradas desde Alaska hasta Chile hasta el 2014 y 13 de esas especies son endémicas del país.
Sus hábitos alimenticios lo convierten en uno de los más importantes polinizadores del planeta ya que se ha llegado a observar su relación con la reproducción de más de mil especies de plantas que, al verse amenazadas por la sobre explotación forestal o de otros tipos, han ido disminuyendo en número y esto provoca que 18 de las 57 especies de colibríes presentes en México y Norteamérica se encuentren en riesgo o incluso ya en peligro de extinción, número que representa a 32% de estas 57 especies norteamericanas.
En el folklore nacional, los mayas consideraban al colibrí el portador de los pensamientos y deseos del hombre al haber sido creado por los dioses a partir de una piedra de jade pues ya no contaban ni con maíz ni con barro para crear a quien se encargaría de dicha tarea, los aztecas también lo mencionan en una de sus leyendas como la forma que tomara Huitzilopochtli para guiar a su pueblo durante su peregrinar desde Aztlán hasta a Tenochtitlán.
En sí todas las especies de colibrí forman una familia de aves única y muy especial, no sólo por su labor en la polinización de las plantas si no por su fisionomía. Pueden batir sus alas a una frecuencia de 80 o hasta 200 veces por segundo según la especie, son la única ave que puede volar hacia atrás, por su velocidad de vuelo son también las únicas que pueden planear su vuelo y son una de las aves descubiertas más pequeñas del planeta.
El colibrí más pequeño conocido, el colibrí zunzuncito o elfo de las abejas (Mellisuga helenae), mide apenas 5.5cm de pico a cola y es exclusivo de Cuba mientras que el más grande, el colibrí gigante (patagona gigas), llega a medir hasta 25 cm. Sus divdiversas especies están presentes en todo el continente y reciben muchos nombres, en México se les llega a llamar “Picaflor” o “Chupamirtos”, en el resto del continente reciben nombres como “Pájaro mosca”, “quindes”, “tucusitos” o “chuparrosas”.
Aunque su estado de riesgo general y peligro de extinción de algunas de las especies es directamente debido a la deforestación de su hábitat y al cambio climático, todas las especies de esta ave se encuentran contempladas en el apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres que registra especies no amenazadas de extinción pero cuyo comercio debe controlarse para evitar que lleguen a estarlo.
Como mexicanos debemos prestar especial atención a las especies “Coqueta de Atoyac” y “Colibrí Tijereta Mexicano” que ya se encuentran amenazadas.
Para contribuir con los colibríes, al mismo tiempo que reciclar botellas plásticas. Puedes elaborar un comedero para colibríes con agua azucarada y disfrutar del gracioso y rápido aleteo de estas bellas aves en tu propio balcón.
Si tienes un jardín, siembra flores por doquier y dale alimento a las abejas y a los colibríes. Verlos “brincar” de flor en flor es simplemente hipnótico.
Así que ya lo sabes, estas aves son presagios de buenos tiempos por venir y mensajeros de buenas voluntades, además de polinizadores naturales que embellecen tu día a día, y a partir de ahora ¡ayúdanos a cuidar su ambiente para que sobrevivan muchos siglos más!
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
No, no es malo alimentar a los colibríes siempre y cuando se haga de manera adecuada. Los colibríes son aves que tienen un alto metabolismo y necesitan consumir grandes cantidades de néctar para obtener la energía que necesitan para volar y mantenerse activos. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas pautas para asegurar que la alimentación de los colibríes sea beneficiosa para ellos.
En primer lugar, es esencial utilizar un néctar adecuado para alimentar a los colibríes. El néctar debe ser una mezcla de agua y azúcar en proporciones específicas, generalmente una parte de azúcar por cuatro partes de agua. Es importante evitar el uso de sustitutos artificiales de azúcar, ya que pueden ser perjudiciales para la salud de los colibríes.
Además, es fundamental mantener los comederos de néctar limpios y libres de bacterias y hongos. Los colibríes son susceptibles a enfermedades transmitidas por alimentos contaminados, por lo que es importante lavar y enjuagar los comederos regularmente para evitar la acumulación de bacterias.
También es recomendable colocar los comederos en lugares estratégicos, como cerca de flores o plantas que atraigan a los colibríes de forma natural. Esto les proporcionará una fuente adicional de alimento y les permitirá obtener una dieta más variada y equilibrada.
En resumen, alimentar a los colibríes no es malo siempre y cuando se sigan las pautas adecuadas. Proporcionarles néctar de calidad, mantener los comederos limpios y ubicarlos en lugares estratégicos ayudará a enriquecer su dieta y a mantener su salud. Recuerda que los colibríes son aves fascinantes y hermosas, y alimentarlos de manera responsable puede ser una experiencia gratificante tanto para ellos como para nosotros
El significado de ver un colibrí puede variar según diferentes culturas y creencias, pero en general, este pequeño y colorido pájaro es considerado un símbolo de alegría, amor, gratitud y energía positiva.
En muchas culturas indígenas de América Latina, el colibrí es visto como un mensajero divino que trae buenas noticias y felicidad. Su capacidad de volar en todas las direcciones, incluso hacia atrás, se interpreta como una metáfora de la flexibilidad y adaptabilidad en la vida.
En el ámbito espiritual, el colibrí también se asocia con la conexión con el mundo espiritual y la capacidad de encontrar la belleza y la dulzura en las cosas más pequeñas de la vida. Su rápido aleteo simboliza la capacidad de encontrar la felicidad en el presente y disfrutar de cada momento.
Para aquellos que buscan significados más prácticos, ver un colibrí puede ser un recordatorio de la importancia de la gratitud y la apreciación de las cosas simples. También puede ser un estímulo para buscar la alegría y la felicidad en situaciones difíciles.
En resumen, ver un colibrí puede ser interpretado como un mensaje de alegría, amor, gratitud y energía positiva. Es un recordatorio de la importancia de la flexibilidad, la adaptabilidad y la capacidad de encontrar la belleza en las cosas más pequeñas de la vida.
Los colibríes se alimentan principalmente del néctar de las flores. Estas pequeñas aves son atraídas por flores de colores brillantes, especialmente aquellas que son rojas, naranjas o rosadas. Algunas de las flores más populares para los colibríes incluyen la salvia, la petunia, la lobelia, la fucsia y la verbena. Estas flores tienen forma tubular, lo que les permite a los colibríes insertar su largo pico y lengua para extraer el néctar. Además del néctar, los colibríes también se alimentan de pequeños insectos y arañas que encuentran en las flores.
Al proporcionar un jardín con estas flores atractivas, puedes atraer a los colibríes y disfrutar de su belleza y actividad en tu propio espacio al aire libre. Recuerda que es importante mantener las flores limpias y frescas para asegurar una fuente constante de alimento para estas aves.
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Last modified: 2024-08-19T10:11:09+10:00