Desde sus 1920 metros de altitud, Mount Feather Top ofrece una mirada de primera fila a Bright y los pueblos circundantes.
La region alpina australiana es llamada así por el clima y vegetación típicos de la zona de los Alpes, y aunque distantes de Europa, ofrece similitudes que los caminantes pueden disfrutar a lo largo de una multitud de senderos en lo que es una de las mayores reservas forestales del estado de Victoria.
Esta es una zona turística por excelencia, cercana a uno de los pueblos más pintorescos del estado: Bright.
Bright es sumamente conocido por su cercanía a Mount Hotham, una zona de resorts alpinos para practicar el esquí en nieve, y otros deportes invernales. En la base de su montaña, Bright está lleno de cafés y restaurantes variados desde donde puedes caminar a los festivales de flores que en primavera se organizan para los visitantes.
Y es que la flora de la zona es perenne, y diversa. Llena de colores y fragancias que impregnan la brisa fresca y pura de montaña, flora que al caminar se encuentra por todos los senderos de la ruta que hemos de recorrer.
Mount Hotham.
Luego de manejar unas 4 horas desde Melbourne, la noche algunos la han pasado en Harriet Ville y otros en Smocko en un sitio de acampada. Todo para poder descansar después de una semana agitada de trabajo y de haber manejado unas cuantas horas.
La mañana de los senderistas generalmente comienza apenas despunta el sol con el trinar de los pájaros que rompen el silencio de la noche.
El aire fresco de la mañana, al sonido del rio cercano a donde he aparcado el coche en Smocko es un buen escenario para disfrutar de un delicioso chocolate de tasa, y un desayuno para tomar energías.
Nuestro punto de partida es al tope de Hotham, donde dejamos los coches para comenzar la caminara.
El aire se siente delgado, y los primeros pasos por la cima de la montaña cuestan un poco, al tener que ajustar la respiración a la diferencia en los niveles de oxígeno de la altitud.
Nos despedimos a lo lejos de las edificaciones del resort de esquí y del centro de visitantes, para descender hasta Diamantina Hut, donde se encuentra el libro de registro de visitantes y el plano de ubicación de la zona.
El camino por la cresta de la montaña es sinuoso, y lleno de piedras. A pesar de estar en verano, la temperatura a las 9am es de unos 9 grados centígrados, con una brisa fuerte que nos obliga a mantener aún los abrigos.
No somos extraños en la montaña.
Esta ruta es sumamente conocida por senderistas, y Mount Feather Top es uno de los destinos preferidos por las vistas que ofrece. Por lo que nos encontramos con muchos caminantes en la senda, los cuales con el acostumbrado acento australiano te ofrecen un ¨Good Day¨ y comparten una breve frase de aliento o una conversación rápida acerca de cómo está el clima el día de hoy.
Lo cierto es que uno de los beneficios de hacer senderismo es el de poder bajar las defensas sociales que a causa del estrés a veces mantenemos arriba.
De tanto en tanto hacemos alguna parada, la primera para dejar dentro de las mochilas las chamarras que ahora nos hacen sudar más de la cuenta.
Los guías de esta excursión hacen paradas ocasionales para comentar acerca de la geografía local y la historia del nombre de uno de los senderos aledaños, dado en reconocimiento a la memoria de un rescatista fallecido en invierno al tratar de ayudar a un esquiador perdido.
La ruta es sinuosa con algunas subidas y bajadas, pero nada extremadamente complicada. Luego de unas 4 horas caminando llegamos a lo que va a ser nuestro campamento por una noche. Un claro en medio del bosque con espacios abiertos entre las copas de los árboles.
Luego de almorzar y de dejar las tiendas armadas, aligeramos la carga con mochilas ligeras para llevar solo los contenedores de agua tipo camel backs, alguna protección contra la lluvia (pues el tiempo puede cambiar rápidamente en la zona), y un snack.
A las 3 pm recomenzamos la ruta a Mount Feathertop el cual aún nos elude a hora y media de camino de ida.
Tras una caminata más ligera, nos encontramos en una encrucijada desde donde se puede observar a la izquierda el refugio de montaña llamado Federation Hut, donde desde lejos vemos algunos montañistas ya instalados en sus tiendas de campaña. A la derecha de la encrucijada, comienza el ascenso: Un kilómetro y medio de una inclinación fuerte y sin paradas hacia el tope de la montaña.
Ciertamente la altitud y la inclinación son un reto para la resistencia. Sin embargo, pasos a paso y sin descanso es la única forma de coronar la montaña.
Flores de todos los colores se encuentran a los lados del sendero, e inundan con su aroma el aire filtrado por los millones de árboles de las praderas circundantes. La diferencia en la calidad del aire es notable.
Tras un último esfuerzo, la cima se abre a nuestros ojos, con un gran premio. Una vista de 360 grados de puro verde que como olas del mar paralizadas en el tiempo se pierden a lo lejos del horizonte.
Algún caminante no ha podido eludir el sarcasmo, y nos ha dejado una pluma atrapada en las rocas en la cima, pues en inglés Feather Top significa ¨tope emplumado¨.
El camino de regreso al campamento tiene una parada obligada para surtirnos de suficiente agua para cocinar en el campamento, y rehidratarnos tanto en la noche como a la mañana siguiente.
El manantial es algo especial, es una grieta en la montaña, que aún en verano ofrece agua fría y filtrada de forma ininterrumpida todo el año. Agua que se filtra por las rocas recogida tanto por el rocío y la lluvia por cuanta ranura encuentra en su camino de descenso al valle.
Es un agua cristalina y con un sabor a naturaleza que ninguna embotelladora ni filtro artificial podría emular.
Una noche estrellada, un momento de reflexión acerca de nuestro lugar en el universo.
La noche cae lentamente en el verano, y no es sino hasta pasada las 8 pm que el sol se pierde entre las montañas. Esas últimas horas de luz son ideales para reunirnos en círculo y disfrutar de una comida caliente entre una conversación amena llena de anécdotas y recetas de comidas deshidratadas llenas de sabor y bajas en peso.
La noche cae, la brisa ha parado, y lo que vislumbrada sería una noche fría; nos ha regalado el clima perfecto para una noche de acampada agradable, con un cielo completamente despejado.
Y es que no hay sensación que se le compare al poder mirar con la vista desnuda el infinito del universo lleno de estrellas y constelaciones. No hay contaminación visual de ninguna forma, no hay luz de ciudad que obstruya la retro inspección obligada que te hace sentir el mirar tanta inmensidad a lo lejos del cosmos, desde un pequeño planeta azul llamado Tierra.
Es sencillamente abrumador poder mirar incluso a la Vía Láctea que como un algodón de azúcar cruza de lado a lado la bóveda celeste.
La noche silenciosa comienza a disiparse entre la brisa suave que comienza en la madrugada. Apenas algunos rayos se cuelan por entre los árboles y los pájaros comienzan a trinar. Es hora de estirarse y disfrutar de una bebida caliente y algo que comer para darle energías al cuerpo.
Solo unas horas nos separan de la civilización, hemos de caminar por la misma senda que nos trajo a este pedacito de paraíso.
La ruta es la misma, salvo un último desvío que he realizado para desde una colina cercana a Mount Hotham poder disfrutar de una vista al valle que protege a Bright, HarrietVille y otros poblados de los elementos. Es una vista magnífica, ideal para despedirse de este paseo, el cual espero poder repetir pronto con uno de mis hijos.
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Last modified: 2024-08-21T01:31:11+10:00