Los Weimaraners, o fantasma gris, como se le dice cariñosamente, es una de las razas de perros más recientes, apenas data del siglo 18.
Son perros a los cuales el apodo de “noble” le cae por crianza y por carácter.
Originarios de Weimar, Alemania; el braco de Weimar o braco alemán fue una especie lograda a partir del cruce de otra tantas de cacería como el sabueso. Sin embargo, a diferencia de otras razas de cacería que como los pointers (señalan el lugar de las presas), cazadores, o retrievers (recuperan las presas), el Weimaraner es el de los perros de cacería que lo tiene todo en un cuerpo que por lo demás luce por lo atlético y veloz.
Su sentido del olfato es uno de los más afinados, así como el oído. Es capaz de al detectar una presa paralizarse hasta que pasa por desapercibido para ésta. Y justo en el momento en que la presa pierde la atención, en tan sólo un par de zancadas poderosas, alcanzarlo, atraparlo y traerlo a su dueño.
Sin embargo, estas características de un auténtico espartano canino, contrastan con un carácter afable y dócil. A medida que salió de las perreras reales, y se hizo más popular y menos exclusivo, se hizo un miembro más delo hogar. Es capaz, por lo inteligente que es (me atrevo a decir como fanático de ellos, el que más) de abrir puertas, y hacer travesuras si no lo tienes en un espacio adecuado.
Es un perro muy inquieto, muy activo como el pastor australiano. No es un perro para un departamento como lo puede ser el Poodle>, sino para una casa con un buen jardín. Si lo encierras es capaz de voltear hasta las lámparas del techo mismo. Es ideal para personas igual de activas que él, personas que gusten de salir a correr, o hacer bicicleta montañera.
Leal es otra de las características más importantes de él. Es capaz de interponerse entre tu y cualquiera que el sienta que te quiere atacar, quizás porque fue criado para cazar presas mayores que él como jabalíes; por lo que no retrocede, ni se amilana con las amenazas.
Los fantasmas grises, por el color de su piel grisácea aterciopelada, son perros ideales para tus hijos; a ellos los adoptará como suyos, y tú no podrás vivir sin él cuando lo adoptes.
Son perros que en promedio pueden vivir entre 12 y 14 años con una buena alimentación y ejercicio regular; y sobretodo con los cuidados regulares y visitas al veterinario para evitar cualquier problema de salud.
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Last modified: 14 de abril de 2024
