Conocido como “el mal de Panamá”, este hongo patógeno resistente a los fungicidas ha logrado esparcirse por Asia del Sur, África, Australia y Oriente Medio; para poner en peligro a los plátanos Cavendish.
Lamentablemente, estas regiones afectadas se cultiva el 82% de esta especie de plátano, sin embargo, se considera altamente posible que ya se encuentra esparcido también por Sur de América.
En la década de los años 60 este hongo casi llevó a la extinción al plátano Gros Michel. Su expansión en altamente eficiente, con consecuencias devastadoras. Este se transmite por el suelo o por agua y puede permanecer inactivo hasta 30 años y no existen señales que indiquen a los agricultores que sus cultivos han sido infectados durante ese tiempo.
Una vez que el hongo se ha adherido al huésped busca su sistema de raíces y viaja a través del principal transportador de agua de las plantas para alterar el sistema vascular de la planta y que como consecuencia se marchita rápidamente y morirá debido a la deshidratación.
Los investigadores aseguran que los plátanos no van a desaparecen inmediatamente, pero existen las circunstancias para esperar que las plantaciones de plátano se ven altamente afectadas por este patógeno. Por ello, es una de sus prioridades es el desarrollo de una prueba que les permita realizar diagnósticos oportunos de cultivos infectados y en las cuarentenas de las fronteras.
Paralelamente se ha puesto en la mesa la posibilidad de realizar un reemplazo de la especie Cavendish con una especie nueva desarrollada con el cruce de semillas. De esta manera se espera que las personas que dependen del cultivo del plátano para su subsistencia económica o alimentaria no sufran terribles pérdidas.
Al igual que el plátano, otros cultivos se ven amenazados por plagas y por el cambio en los ecosistemas. Si bien el café es afectado por la Roya, y siembras de café entera se pierden cada año; otras plantaciones como el tabaco están en peligro por la reducción en la población de abejas polinizadoras. El reto de la agricultura orgánica es el de salir adelante sin alterar genéticamente las plantas, o los ecosistemas en los cuales se desarrollan.
Sin duda alguna la evolución no puede jugar a favor de todas las especies. Algunos seres vivos son más fuertes que otros y con este ejemplo podemos darnos cuenta que vivimos en una red de vida y que no siempre es el ser humano el causante de las problemáticas ambientales.
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Last modified: 14 de abril de 2024
