¿NO GERMINAN LAS SEMILLAS EN TU HUERTO?
Si en alguna ocasión has intentado tener un pequeño huerto, sin embargo, no salió ningún brote, te decimos los principales motivos por los que en algunas ocasiones no germinan bien las semillas.
Uno de los principales motivos es que no se recurre al tipo de semilla adecuada, ya que no cualquier semilla sirve para germinar.
Las semillas de los alimentos que utilizamos en alguna preparación bajo cocción se han sometido a calor y han perdido parte o toda su capacidad de germinar, por ello hay que utilizar ‘semillas para germinar’. Estas las puedes adquirir en mercados de productores o agricultura ecológica.
Otro punto es porque fueron sembradas fuera de la época apropiada. Dependiendo de la semilla, si la temperatura es fría, las semillas no crecerán o lo harán muy despacio. Para el proceso de germinación de las semillas se necesita una temperatura templada, ya que a más calor exista en el ambiente, más rápidamente se desarrollarán las plantas, pero también el calor es propicio para la proliferación de hongos y otros microorganismos.
Además es importante no plantarlas a demasiada profundidad, ya que toda semilla necesita aire para poder vivir, así las semillas deben de cubrirse únicamente con un grueso de tierra del doble de su tamaño y si es temporada de mucho calor con una capa entre 7 a 8 veces su volumen, todo ello para que quede en mejor contacto con la humedad de la tierra, ya que esto es de suma importancia.
La humedad es indispensable, desde la siembra hasta que nazcan las plantas, ya que la germinación se efectúa sólo bajo la temperatura adecuada y el agua que penetra en la semilla, esto para ablandarla y así facilitar el crecimiento de las raíces. Si las semillas quedarán un solo momento secas, por mucho que después se regaron ya no se puede recuperar lo perdido.
La luz es otro factor importante. La plantas necesitan la luz del sol para crecer. Sin embargo, dependiendo del tipo de planta, unas son más tolerantes a la luz solar que otras.
Si haces un huerto casero aprovecha todos los residuos orgánicos de tu cocina y haz un compost u abono orgánico. Así mismo aprovecha la borra del café para generar nitrógeno en el suelo, el cual es beneficioso para el crecimiento de tus plantas.
Si encuentras lombrices de tierra, no las mates, ellas son tus aliadas para descomponer la tierra y facilitar que las raíces penetren el suelo y tu planta se afiance con fuerza.
Probablemente ya habrás descubierto que fue lo que ocasionó que tu pequeño sembradío no diera frutos. ¡Inténtalo de nuevo!, los beneficios de realizar esta actividad son enormes, no sólo a tu alimentación por comer frutos, legumbres y verduras orgánicas, sin agentes contaminantes, sino además a tu economía, ya que el ahorro que tendrás en tus gastos será significativo y sobre todo a tu estado de ánimo.
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Last modified: 14 de abril de 2024
