En el planeta apenas contamos con una pequeña fracción de agua potable.
El cambio climático, un mayor movimiento de población hacia las ciudades urbanas, el crecimiento de la población y la demanda general que están teniendo un gran impacto en los suministros de agua dulce con acuíferos que se agotan rápidamente.
El uso de pesticidas y químicos está incrementando el costo de procesamiento para hacer que el agua sea potable.
La consecuencia del aumento de los costos es que impulsará las poblaciones y las políticas para alentar la conservación del agua, pero también hará que la opción de recolección de agua de lluvia sea cada vez más viable para las personas desde un punto de vista económico.
Algunos gobiernos ya la promueven y dan beneficios en los impuestos al igual que a la instalación de paneles solares, para aliviar la carga sobre el sistema actual.
La captación de agua de lluvia como método para almacenar agua en las viviendas y otros establecimientos se hace apremiante, aparte de económicamente beneficioso.
Ciudades con alto consumo de agua y con recursos cada vez más escasos como en el estado de California o Nuevo México, enfrentan la crisis del agua aumentando de manera inversamente proporcional el costo de la factura del preciado líquido. Mientras más aguas uses, més te cuesta por litro.
Algunas ciudades con el mayor costo en la factura de agua incluyen Santa Fe en Nuevo México o San Diego en California. En latinoamérica, el suministro del agua al igual que los servicios públicos es un tema de carácter político y las autoridades se hacen de la vista gorda al tratar de cobrar los mismos a la población de escasos recursos, los cuales se conectan a las redes de forma ilegal y no aportan recursos para mantener el frágil sistema de suministro.
Estamos entrando en una era de sistemas de tarifas escalonadas en la factura del servicio, y esto está impulsando el replanteamiento y un poderoso incentivo financiero para la recolección de agua de lluvia.
El agua de lluvia y el consumo humano.
Ciertamente el agua de lluvia no es apta para el consumo humano, no es agua potable, sobre todo en ciudades como la Ciudad de México donde el aire está contaminado, y la lluvia arrastra consigo metales pesados como el plomo hacia la superficie cuando llueve.
Sin embargo, la captación pluvial en tanques de almacenamiento alimentados del agua que cae a los techos de las viviendas, para uso en la limpieza del hogar es una excelente forma de aprovechar el agua y reducir la carga al sistema actual de extracción de agua de los mantos acuíferos.
Existen divdiversos sistemas de captación que se pueden instalar fácilmente a partir de canales en los bordes de los tejados, con tuberías que alimentan tanques que a su vez luego de un pre filtrado retornan el agua a las cisternas de las casas. Y lo más atractivo… ES GRATIS!
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
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Last modified: 14 de abril de 2024
