Desde hace ya varios años que conocemos los diferentes agentes que causan la contaminación del ambiente; gases de efecto invernadero, residuos tóxicos, la generación excesiva de basura, el mal tratamiento del agua, incluso el ruido es considerado un contaminante.
Se tienen estadísticas de su impacto, su origen y consecuencias, su concentración en diferentes ciudades, diferentes climas o contextos diversos. Quizá lo que no muchos sabían es que la luz también contamina.
La contaminación lumínica tiene como definición la presencia de fuentes y flujos de luz de dispositivos artificiales que aumentan innecesariamente el brillo del cielo nocturno, y que impiden la apreciación de los cuerpos celestes. Es un mal que aqueja a las grandes ciudades del mundo y a zonas industriales. El uso excesivo e inadecuado de estas fuentes de luz tiene efectos diversos en la naturaleza y en el ser humano.
Hay diversas categorías en la contaminación lumínica, y cada una de ellas tiene efectos diversos, algunos afectan incluso la calidad de vida de los seres vivos.
El primero, llamado brillo celeste es el escape de las partículas de luz hacia la atmósfera; éstas se dispersan y reducen la visibilidad de las estrellas. La sobre-iluminación es el uso inadecuado de las fuentes artificiales de luz, al iluminar zonas o espacios por tiempo prolongado que no lo requieren, en horarios en que se podría utilizar luz natural. El resplandor se refiere a la generación intensa de luz, que puede provocar confusión, color de cabeza o ceguera; en los casos más extremos.
La luz, puede afectar tu visión en más de una forma; dependiendo de las fuentes que la generan. Desde pantallas de un computador hasta bombillos fluorescentes en mal estado pueden causar problemas de visión hasta convulsiones en los casos más extremos como los de las luces estroboscópicas en personas con problemas neuronales.
Además, aunque aún no es bien estudiado, esta contaminación afecta a los animales también. No es un estresor químico, pero sus efectos en los organismos vivos son palpables. Existen divdiversas especies de mamíferos, reptiles, anfibios y más, cuyo momento de mayor actividad es la noche; muchas presas ocupan la oscuridad para escapar de sus depredadores, o para aparearse; como por ejemplo las luciérnagas. Otro ejemplo; el 75% de los lepidópteros (mariposas) se alimentan y se aparean en el horario nocturno.
Muchas de estas especies se adaptaron con el paso del tiempo a estos estilos de vida; desarrollando órganos o sentidos especiales para su desenvoltura en la oscuridad. No obstante, con la modernidad del hombre se introdujo el uso de luz artificial en la oscuridad, en parte para compensar la incapacidad de los humanos para ver de noche. Pero este uso indiscriminado del recurso afecta los modos de vida de miles de especies que de pronto ven su entorno modificado.
Al saber esto, debemos implementar medidas que reduzcan el consumo de energía artificial; prescindir de ella cuando dispongamos de luz natural o no dejar encendidas las luces toda la noche mitigará los efectos de la contaminación lumínica y podremos ver sus beneficios; ahorro en el consumo eléctrico, menos estrés y la supervivencia de la biodiversidad.
Por último, te has preguntado cuando fue la última vez que elevaste la mirada y viste las estrellas? Reducir no sólo la contaminación del aire sino el nivel de iluminación de nuestras ciudades ayuda a reducir la contaminación visual y el consumo energético maximizando los recursos naturales; y por qué no? Permitirnos ver la noche estrellada y al ver una estrella fugaz, pedir un deseo por alguien especial!
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
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Last modified: 14 de abril de 2024
