Sabemos que existen diferentes tipos de aceites, algunos se consideran benéficos y otros dañinos de acuerdo con la cantidad y constancia de su consumo.
Uno de los aceites más nombrados en fechas recientes es el aceite de palma, el cual ha sido punto de debate no sólo por sus aportaciones nutricionales, sino por su impacto negativo al medio ambiente.
El aceite de palma es extraído del fruto de la especie Elaeis guineensis, también conocida como palma africana o aceitera, de origen africano. Si bien su uso gastronómico es importante, también se utilizan sus derivados en productos de cosméticos como cremas y jabones, e incluso para la producción de biodisel, al ser un insumo económico y versátil, en comparación de otras grasas o aceites.
Este aceite es rico en ácidos grasos saturados, que están vinculados con enfermedades metabólicas, es por ello que algunas instituciones de salud han recomendado su disminución o eliminación de la dieta diaria, como son la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la Organización Mundial de la Salud y la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética.
Pero ¿Cómo afecta al medio ambiente? El cultivo masivo de esta especie ha propiciado la deforestación, pérdida de hábitats y el incremento de emisiones contaminantes, vinculándose también con la destrucción de millones de hectáreas de selva para su plantación, ya que casi todo el aceite de palma se cultiva en ligares con bosques tropicales, afectando a especies como el orangután de Borneo, el tigre de Sumatra y las aves del Amazonas. De echo, estos cultivos acabaron casi en su totalidad con el hábitat de estos simios.
Si bien Indonesia y Malasia son los mayores productores, con alrededor de 70 millones de toneladas al año, de acuerdo con datos de la FAO, en México ha comenzado a crecer el cultivo de esta especie, poniendo en riesgo las zonas tropicales como Chiapas, Campeche y Tabasco.
En varios países se ha solicitado a los productores que utilizan aceite de palma en sus productos, que coloquen este nombre de ingrediente en sus empaques, ya que algunas veces se sustituye con “grasas saturadas”.
¿Qué puedes hacer para evitar la desaparición de especies y su hábitat derivado del uso de palma? Lee, pregunta e investiga los productos, especialmente alimenticios, que consumes y prefiere aquellos que no contengan aceite de palma, para reducir su producción. Existen productos con certificaciones ambientales de aceite de palma, puedes buscarlos y sabrás que su producción es sustentable.
Sé un consumidor responsable, cuida tu salud y ayuda al medio ambiente.
COLABORACIÓN DE EARTHGONOMIC MÉXICO, A.C.
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Last modified: 14 de abril de 2024
