Desde tiempos de Babilonia y Egipto, las semillas de Linaza han sido una fuente de nutrientes invaluable en la dieta de Europa y Asia por miles de años.
El cuerpo humano evolucionó por miles de años al igual que miles de especies de mamíferos para brindar en los primeros meses de vida, toda la protección y nutrientes que los niños necesitan para el resto de su vida.