¿Sabías que en México se venden entre 1.6 y 2 millones de árboles naturales de Navidad? Sin embargo, casi el 100 por ciento de ellos son importados de nuestros países vecinos como Canadá y Estados Unidos.
El dilema entre decorar con un pino artificial y uno natural radica en que el primero conlleva un proceso que contamina para su fabricación y en su momento de tirar a la basura ya que no es biodegradable (sin contar que la invdiversión económica que representa, es casi a la par, o incluso más, que uno natural).
Afortunadamente, en México contamos con áreas reservadas como Amecameca donde se cosechan pinos naturales. Son más de 500 productores a nivel nacional, en 24 estados y donde destacan las producciones de Coahuila, Durango, Guanajuato, Veracruz y la Ciudad de México.
En estas más de 11 mil hectáreas, se cosechan especies como Abeto Douglas, Oyamel, Piñonero y Ayacahuite.
Pareciera lo contrario, pero con la compra de un pino natural de producción local controlada y sustentable, se obtienen algunos beneficios como:
- Ayudar a detener el avance de la mancha urbana
- Recargar de agua de los mantos acuíferos
- La erosión del suelo
- Cuando el árbol se seca, puede ser aprovechado como fertilizante orgánico.
Además, se promueve la economía local, pues se generan ganancias de hasta 600 millones de pesos para las comunidades locales.
Un pino de producción local no se tala, por lo que no se afecta la reducción de los espacios de bosque que ayudan a purificar el aire, al contrario, se cosechan con fines benéficos para la conservación del medio ambiente y las comunidades que los cuidan. ¡Apoyemos a nuestros productores locales, consumamos pinos nacionales y ayudemos a preservar nuestro entorno!
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
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Last modified: 2024-12-01T03:31:01+11:00