La calidad del aire en la Ciudad de México es una problemática recurrente.
De acuerdo a la Dirección de Monitoreo de Aire de la ciudad, en general, la contaminación del aire capitalino es elevada, pero hay picos en los que este índice se dispara y se tiene una concentración tan elevada de contaminantes que impiden que la gente realice sus actividades al aire libre.
Como ejemplo podemos tomar las celebraciones próximas del 15 de septiembre; una de las fechas en las que la calidad del aire decrece: la quema de fuegos artificiales y la revocación del sistema “Hoy no circula” propician niveles altos de contaminación. Es en estas fechas cuando es más evidente la presencia de lo que comúnmente conocemos como “smog”, ésta es una niebla tóxica que cubre las ciudades.
Por supuesto que esta elevada concentración de gases nocivos representa un riesgo a la salud de las personas. Asma y diversos problemas de las vías respiratorias son algunos de los problemas más comunes relacionados con la mala calidad aérea en sus acepciones menos complicadas, pero una exposición prolongada puede provocar afectaciones como cáncer o enfisema, similares a los efectos relacionados con el consumo habitual de tabaco.
Esta gran concentración de contaminación se debe, en parte, a la pérdida de diversidad vegetal que se presenta en las grandes zonas urbanas. Con la ampliación y construcción de nuevas zonas residenciales, comerciales, industriales o de corporativos en la ciudad, cada año se pierden más espacios naturales que antes prestaban diversos servicios ambientales.
La vegetación ofrece un servicio ambiental fundamental a la vida: contribuye a la captación de Dióxido de Carbono CO₂, mientras limpia y purifica el aire; en otras palabras, absorbe los contaminantes y devuelve a la atmósfera oxígeno y más aún, mantiene la temperatura de la zona a un nivel ideal.
La tierra contribuye a la filtración de las aguas de lluvia hacia el subsuelo de la tierra. Pero con la pérdida de la vegetación y de áreas verdes urbanas, todos estos beneficios desaparecen con ellos y aparecen las inundaciones, el calor excesivo y el smog se hacen presentes y reducen la calidad de vida de todos los seres vivos.
Los espacios verdes aumentan tu calidad de vida y ayudan a frenar el cambio climático.
Para contrarrestar este deterioro hay opciones muy efectivas que podemos implementar desde hoy para embellecer los espacios de la ciudad y contribuir a mejorar la calidad de aire la calidad de vida de las personas. Las azoteas verdes y jardines verticales son sistemas simples se pueden instalar en espacios reducidos en casas, oficinas o demás. En ellos se siembran plantas ornamentales, que además de aportar un valor estético prestan todos los servicios ambientales que se han perdido con el crecimiento de los sistemas urbanos.
Por último, la creación de estos espacios verdes urbanos, micro parques y jardines, ayudan con la salud y el bienestar mental al reducir el estrés de empleados de oficina encerrados sin contacto con la naturaleza por largos períodos de tiempo.
La generación de oxígeno y la reducción de gases de efecto invernadero ayudan así mismo a la reducción en la velocidad del cambio climático y los graves daños que en corto plazo ocasionará a la vida en en planeta.
Nunca pierdas la oportunidad de salir al aire libre, a parques nacionales para liberarte de la vida en las ciudades y encerrado en un espacio urbano; tus pulmones necesitan aire limpio.
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
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Last modified: 2024-09-16T07:30:47+10:00