Ligero pero con energías, es lo que necesitas de tu comida deshidratada para montaña.
Las comidas preenvasadas son costosas, ocupan espacio y pueden no satisfacer sus necesidades dietéticas.
Salir a la montaña para hacer senderismo es toda una aventura que llenan el alma, fortalecen el cuerpo y limpia tus pulmones. Sin embargo, el peso de la mochila, puede hacer de la experiencia todo un vía crucis. El secreto está en el peso que cargas!
Muchas de las tiendas de senderismo cuentan hoy día no sólo botas, bastones, mochilas y accesorios; sino también con comidas pre empaquetadas para mochileros, pero son caras y algunas pueden tener conservantes, productos químicos, aditivos y otros ingredientes que pueden no cumplir con sus preferencias dietéticas.
Algunas de las marcas más reconocidas han ido evolucionando para adaptarse incluso a los estilos de alimentación de los excursionistas. Desde libre de gluten a vegana, la diversidad es muy amplia. Y debo reconocer que he probado muy buenas recetas, como también me he dado desagradables sorpresas en medio de la montaña.
Cuáles son las ventajas de llevar comida deshidratada?
Peso: Los alimentos contienen un gran componente de agua que si llevas agua adicional o acampas cerca de un río o lago, se convierte en redundante. Rehidratar los alimentos es súmamente fácil y rápido. Espacio: Reducir el espacio (así como el peso) es una obsesión de todos los senderistas que salen frecuentemente a la montaña. A menos espacio y menos peso, nos garantizamos un paso más ligero y más distancia. Menos basura. Llevar comida en envases metálicos o plásticos que pasarán a ser basura es también una preocupación para el senderista responsable, pues sabemos que no debemos dejar nada atrás en el camino. Las comidas deshidratadas pueden llevarse de forma más sencilla en bolsas resellables fácilmente compactables en un sólo paquete que puedes tener a la mano para descartarla en el basurero al salir del parque. Olores y riesgo de derrame: Las comidas en envases plásticos siempre están expuestas a golpes por un traspié en el camino, o una caída. Ciertamente la idea de tener calcetines mojados con salsas o una ropa interior apestosa después de una larga caminata no es agradable. Vida útil. Deshidratar retrasa el proceso de oxidación de frutas y de proliferación de bacterias por días, por lo que puedes hacer una excursión por varios días sin preocupación por riesgo de contaminación o pérdida de las propiedades nutricionales.
¿La mejor solución? Haz tu propia comida.
Deshidratar alimentos es súmamente fácil, y al mismo tiempo te permite ser creativo y darte tus propios gustos. Sabes lo que te cae bien, lo que no; y hasta puedes planificar esos pequeños gustos que darte después de una larga jornada.
Para deshidratar tus propios alimentos sólo necesitas:
Báscula para pesar alimentos
Papel de pergamino
Bolsas herméticas resellables tipo Ziploc
Estufa y olla para mochileros.
Básicamente el proceso de deshidratación funciona mediante la circulación de aire caliente que altera la estructura de los alimentos sin detrimento del valor nutricional de los alimentos. Es un proceso lento, por lo que toma horas.
Algunas de tus recetas favoritas, comidas preparadas a base de salsa como chile, estofado, espagueti, sopa o guisos funcionan a la perfección con tan sólo unas horas en el deshidratador. La belleza de esto es que puedes diseñar sus comidas a tu medida para cualquier especificación: vegetariana, vegana, sin gluten, etc.
Pruebe el chile vegetariano o macarrones con queso casero, el cielo es el límite para probar alimentos saludables y deliciosos en la montaña.
O comienzo con algo fácil como hacer verduras y frutas deshidratadas como fresas, mangos (mi preferido!), tiras de piñas y manzanas; y combinarlos con frutos secos como nueces. Luego, puedes ir haciendo recetas más complejas con otros tipos de alimentos, incluso carnes y pescados.
Tome un peso pre-deshidratado: usando la balanza de alimentos, pese una porción para una persona de su comida preparada y cocinada antes de deshidratarla. Asegúrese de calcular el peso del tazón o recipiente en el que se encuentra la comida. Esto le dará un peso base para que pueda calcular cuánta agua se necesitará para rehidratar su comida en el camino.
Coloque la comida en la bandeja de deshidratación forrada con papel pergamino (papel encerado o de hornear). Esto evitará que líquidos y piezas pequeñas caigan a través de la bandeja.
Extienda la comida en una capa delgada y uniforme para garantizar una deshidratación uniforme.
Deshidrate durante la noche o hasta que se seque: siga las instrucciones de su deshidratador casero.
Una comida completamente deshidratada debe ser frágil y fácil de separar del papel de pergamino.
La diferencia de peso entre la comida pre-deshidratada y deshidratada es la cantidad de agua que necesitará agregar. Con un marcador permanente, escriba en la bolsa Ziploc, el contenido de la bolsa y la cantidad de agua que se agregará.
Rehidrata tu comida en el camino: coloque la comida deshidratada y la cantidad requerida de agua en una olla y caliénta en tu estufa de mochilero o en la fogata de campamento.
Llevar a ebullición, apaga la estufa y agrega el agua caliente. Espera se rehidraten los alimentos durante unos minutos. Pruebe una cucharada para verificar si está completamente hidratada.
Asegúrese de probar algunas recetas en casa primero. Puedes ir guardando en los días previos a la excursión en tarros bien cerrados y luego meter a las bolsitas herméticas. ¡No quieres un FAIL épico en el TRAIL!
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
Para deshidratar la fruta, primero debes seleccionar frutas maduras y frescas. Luego, lávalas y córtalas en rodajas finas y uniformes. Puedes utilizar un cuchillo afilado o una mandolina para obtener rebanadas delgadas. A continuación, coloca las rodajas de fruta en una bandeja de deshidratación o en una rejilla de horno cubierta con papel encerado. Asegúrate de que las rodajas no se superpongan para permitir una adecuada circulación de aire. Luego, coloca la bandeja en un deshidratador de alimentos o en el horno a una temperatura baja, alrededor de 50-60 grados Celsius, y deja que la fruta se deshidrate durante varias horas o incluso días, dependiendo del tipo de fruta y del grosor de las rodajas. Es importante revisar periódicamente la fruta para asegurarse de que esté deshidratándose de manera uniforme y voltear las rodajas si es necesario. Una vez que la fruta esté seca y crujiente al tacto, retírala del deshidratador u horno y déjala enfriar por completo antes de almacenarla en recipientes herméticos. De esta manera, podrás disfrutar de fruta deshidratada deliciosa y saludable durante mucho tiempo.
Al deshidratar la fruta, es importante tener en cuenta que cada tipo de fruta puede requerir diferentes tiempos de deshidratación y temperaturas. Algunas frutas, como las manzanas o los plátanos, pueden necesitar un tratamiento previo para evitar que se oscurezcan, como sumergirlas en jugo de limón diluido en agua. Además, es fundamental asegurarse de que la fruta esté completamente seca antes de almacenarla, ya que cualquier humedad residual puede provocar la aparición de moho. Al deshidratar frutas, también puedes experimentar con diferentes sabores añadiendo especias como canela o jengibre en polvo. Recuerda que la fruta deshidratada es una excelente opción de snack saludable, ya que conserva la mayoría de sus nutrientes.
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Last modified: 2024-08-25T23:35:52+10:00