Disfruta con seguridad con tu mejor amigo hasta en la playa!
Amamos a nuestras mascotas, y nos encanta pasar tiempo con ellos hasta en la playa o en ríos.
Llevar tu cachorro a darse un chapuzón y refrescarse en verano no debe ser motivo de preocupación o de nerviosismo. La clave es una sola palabra: Paciencia
Inducción temprana, mejor índice de éxito.
Al igual que los niños pequeños, los cachorros están más dispuestos a aprender mientras más pequeños son. Son una tabla rasa, y no tienen predisposiciones como los perros ya mayores.
Mientras más temprana sea su educación, más fácil será el lograr que tu perro se familiarice con el mar, las olas y el sonido del agua.
Obediencia siempre.
Es sumamente importante que antes de introducir a tu perro al agua, ya haya sido entrenado para obedecer comandos.
Las condiciones del mar o del rio pueden ser peligrosas, y sólo tú puedes determinar cuando es seguro tomar un baño sin poner en peligro la vida de tu mascota.
Desde una resaca, animales dentro del agua o la profundidad, son elementos que pueden presentar riesgos a la vida de tu mejor amigo. Entrar al agua debe ser sólo permitido cuando hayas determinado que es seguro, y tu perro debe aprender a esperar a que le des luz verde para comenzar la diversión.
Razas afines al agua
Considera que no todos los perros gustan del agua, y algunas razas son más conocidas por contar con excelentes nadadores. Razas como los Labradores son conocidos por su amor al agua, mientras que otros, por naturaleza son tímidos y nada proclives a este elemento.
Por otro lado, si tienes un Pug, no es nada recomendable que lo trates de llevar al agua. Su fisionomía respiratorio puede ser un peligro de ahogarse.
Por el otro lado, el carácter y seguridad de tu perro es un factor esencial a la hora de acercarlo al agua. Tu conoces a tu mascota y debes haber notado algunos signos de que gustan de echarse un chapuzón.
Si cuando abres una manguera en el patio y tu perro gusta de empaparse, es un buen candidato. Si por el contrario, el sonido de una regadera causa estrés en ella, mejor es bajar tus expectativas.
La hora del baño.
La hora del baño es el primer punto de encuentro de tu mejor amigo con el agua. Y la mejor forma de empezar a acercar a tu perro al mar, es darle confianza a la hora del baño.
Acicalar a tu perro es una buena forma de estrechar los lazos entre tú y tu mascota. La confianza es la piedra angular para que tu mascota decida dar el próximo paso.
Dale cariño y cuando lo bañes evita que sea una experiencia forzada y estresante. Haz de la hora del baño su momento, todo es acerca de él.
Así mismo es el momento en el que puedes determinar cuán reticente o no es al agua.
Puedes empezar bañando a tu perro en una piscina para mascotas en el jardín con unos centímetros de agua para que lo tome como algo natural.
El agua y el juego.
La mejor forma de introducir a tu perro al mar es llevando su juguete favorito. Sea una pelota, un frisbee o algún otro juguete; usa el mismo para acercar tu perro a la orilla.
Desde jugar a las atrapadas tirando la bola cada vez más cerca de la orilla, hasta jugando a las perseguidillas por la orilla. La mejor forma de que empiece a mojarse las patas es con naturalidad, con juego.
Recuerda que el olfato de los perros es 10 mil veces mejor que el tuyo, y ellos huelen tu adrenalina si estás tenso. No transmitas miedo mientras lo acercas al mar, disfruta tú también de la experiencia, pues al final de eso se trata, de divertirse juntos.
Si tu perro es un poco más reticente a acercarse al agua, llevar su bocadillo favorito es una forma de darle una motivación adicional.
A medida que tu perro vaya entrando más profundo, puedes recompensarle con un bocadillo.
Juntos al agua.
Tu perro tiene confianza en ti. Si ves que entras al agua con él se sentirá más seguro.
A medida que tu mascota vaya adentrándose al agua, puede que se le haga difícil. Por lo que está atento de ayudarle a flotar, e incluso puedes proveerle de un salvavidas para perros para ayudarle a aprender a flotar.
En el momento en que tu perro sienta que no toca el fondo, sus instintos harán que empiece a patalear. Y lo hará con más tranquilidad si ves que estás a su lado para ayudarle mientras le toma el ritmo al pataleo.
Puedes ayudarle poco a poco subiéndole de la cabeza para que no trague agua, o le entre por las orejas y la nariz. El aprenderá a subir la cabeza naturalmente.
Sé flexible y paciente
Si tu perro se asusta mientras va más profundo, permítele que vuelva a la orilla para retomar su compostura. No le forces, no pretendas que aprenda a nadar en un intento o en un solo día.
Nuestro perro Parko, un hermoso Australia Huskie, tomó días en aprender a tomarle gusto al mar. Y hoy día, ir a la playa es un motivo para mover la cola y brincar de alegría.
Trata con períodos breves dentro del agua para que vaya tomando confianza y aprenda la mecánica de cómo nadar.
Hidratación
Es importante que enseñes a tu perro a no beber agua de mar. La sal en los perros puede ser hasta mortal, pues causa desde deshidratación, vómitos y diarreas incontrolables.
Debes llevarle suficiente agua potable para mantenerlo hidratado.
Así mismo, lleva sombrillas o una tienda de campaña de playa para protegerlo del sol, ellos también pueden sufrir de insolación y sufrir shock térmicos.
Una vez que hayas logrado introducir tu cachorro al agua, está será una experiencia increíble para pasar tiempo en familia.
Recuerda respetar las normas locales para llevar mascotas a las playas, respetando la vida silvestre.
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
Last modified: 2024-11-30T07:30:34+11:00