Hidrogenación es la palabra clave que las distingue fundamentalmente, y derivado de ese proceso, la margarina tiene grasas trans que son dañinas al corazón. Pero como todo, el exceso siempre es malo, la mantequilla trae lo suyo también.
Mucho se habla de que si es mejor la mantequilla por encima de la margarina, y algo de razón hay detrás. La margarina se obtiene de un proceso de hidrogenación, por el cual se le inyecta hidrogeno a la mezcla para obtener su consistencia, y a causa de este proceso, sus grasas se degeneran en grasas trans que son extremadamente dañinas para el organismo, elevando el colesterol malo y disminuyendo el bueno.
La mantequilla generalmente es de origen animal, elaborada a partir de la leche de vaca, ovejas o cabras generalmente.
La margarina por otro lado se obtiene eliminando el exceso de agua por medio de otros procesos de centrifugado y pasteurización, hasta obtener la consistencia que tanto nos gusta untar en una rebanada de pan caliente. De este proceso, la mantequilla conserva sus vitaminas A, D y E; así como sus minerales como el calcio, fosforo, sodio, potasio y magnesio; y sobretodo las proteínas.
En el caso de la margarina, sólo si se le añaden posteriormente vitaminas, encontrarás al leer la etiqueta que dice “Enriquecida con Vitaminas”.
Ambas tienen un buen número de calorías, aunque la margarina un tanto más. Por lo que si las consumes en exceso, no te extrañes si sufres de sobrepeso y problemas de colesterol en general.
Todo en exceso es malo, así que si te deleitas con el sabor de la mantequilla en tus alimentos, hazlo con moderación.
En nuestras recetas, no sugerimos el uso de margarina. Siempre encontrarás que los ingredientes que sugerimos son lo más naturales posibles, procesados lo menos posible. Y la margarina como sustituto de la mantequilla es algo que no recomendamos.
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
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Last modified: 2024-10-06T07:31:47+11:00