El almacenamiento de los alimentos es vital para mantener sus propiedades y beneficios.
Desde la cosecha o la captura y procesamiento de los alimentos, la seguridad alimentaria reside en la preservación en frío de muchos alimentos que desde que son tomados en la mano, comienzan un proceso natural de deterioro.
El papel del frío es determinante para detener ese deterioro y mantener el valor nutricional de los alimentos y su sabor original.
Tomemos por ejemplo los pescados. Una vez sacados del mar, los mismos pasan a bodegas frías en las embarcaciones, para una vez llegado al muelle, ser colocados en grandes cajas o bandejas con hielo, y pasados a los centros de procesamiento dentro de cámaras frigoríficas casi de forma inmediata.
Una vez procesados, los pescados son empacados y colocados en camiones tipo cava hasta llegar a supermercado y luego a tu nevera.
En todo este trayecto, las variaciones de temperatura tratan de controlarse para mantener la cadena de frío a unos -18 grados en promedio y mantener los alimentos en óptimas condiciones. El objetivo es detener la acción de las bacterias en la descomposición de los alimentos e inhibir la proliferación de las mismas. Estas bacterias no se destruyen, pero no se reproducen al punto que representen un peligro para tu salud.
¿Qué pasa cuando se interrumpe la cadena de frío?
Si como indicamos el crecimiento de los microorganismos se detiene con el frío y un acucioso registro de las temperaturas en la cadena de distribución. Hay imprevistos que pueden causar que se reduzca la vida útil de los productos e incluso que puedes intoxicarte.
Hay muchas formas de notar cuando un producto se ha descongelado y vuelto a congelar de nuevo, como por ejemplo la acumulación de escarcha.
Volver a congelar un producto significa que el proceso de descomposición se ha vuelto a parar, pero los microorganismos que se pueden haber multiplicado en ese momento, no se han destruído sino que el alimento perdió cualidades nutricionales y sabores; por ello descongelar múltiples veces un alimento puede ser nocivo a tu salud, pues aunque se alarga el proceso de descomposición, este proceso continuó entre pausas y puedes estar consumiendo luego de un par de veces fuera de la nevera, un alimento dañado.
Otra señal de que la cadena de frío no se ha respetado, es que el alimento presenta zonas blandas y descoloridas de manera no uniforme.
Cómo descongelar tus alimentos?
Dale tiempo al tiempo. Lo más importante al descongelar es que se haga de manera paulatina y constante para la conservación de los alimentos. Mientras en la congelación lo importante es enfriar lo más rápido posible. Para consumir los alimentos es mejor que se descongelen lentamente para limitar el crecimiento de las bacterias.
- Generalmente estas bacterias proliferan entre los 4 y 40 grados de temperatura. Por lo que si vas a consumir algo que está previamente congelado, lo ideal es que pasen de la parte superior del congelador a la parte inferior de la nevera a unos 4 a 5 grados celsius desde la noche anterior, y no sacarlos directamente del freezer a temperatura ambiente.
- Al descongelar a temperatura del ambiente, la capa exterior de tus pescados, aves y carnes es la que se descongela primero; mientras que al interior aún están congelados. La descomposición comienza inevitablemente, y tu alimento aún está congelado por dentro.
- Puedes utilizar el microondas? Claro que sí. Los electrodomésticos tienen funciones de descongelamiento pensados en la calidad de los alimentos. Lee bien las instrucciones y no utilices los ciclos de calentamiento regular para descongelar, con ello sólo consigues cocinar el exterior de los alimentos.
- Otra técnica de descongelamiento segura, es la de colocar el alimento congelado y sellado apropiadamente en un envase bajo un chorro de agua fría. Una de las técnicas que personalmente utilizo para administrar mis alimentos en el congelador es el de separar los mismos apenas llegó del supermercado a casa. Por ejemplo, si compro una gran cantidad de carne molida, la separo en envases inmediatamente. Con ello sólo descongelar la porción que sé voy a consumir sin descongelar o tener que cocinar todo el paquete completo.
- Un alimento descongelado no debe volver a congelarse nunca, excepto si se ha cocinado a más de 70 ºC.
- Es sumamente importante que no dejes la puerta de la nevera o del freezer abiertas. Mantenlas cerradas todo el tiempo posible para mantener una temperatura estable.
- Revisa los controladores de temperatura de tu nevera y ajustarlos para optimizar el congelamiento de los alimentos. Mientras más llena esté la nevera, más difícil le resulta a esta mantener todo a temperatura.
- Recuerda colocar los alimentos en las zonas de la nevera que le corresponden. Y aquellos que tienden a dañarse más fácilmente al fondo de la misma, y no en la puerta.
- Al ir al supermercado revisa las etiquetas.
- Mientra más fresco esté el producto, más seguro será su consumo.
- Compra los productos en supermercados con un alto volúmen de ventas. Esto asegura que los productos congelados han durado menos tiempo almacenados y tendrás un poco de tranquilidad al consumirlos. Y si compras en mercados locales, consume el producto lo antes posible.
Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
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Last modified: 2024-09-14T23:31:07+10:00