El estrés es una reacción psicológica y física normal a las exigencias de la vida.
Un poco de estrés puede ser bueno, ya que te motiva a desempeñarte bien. Pero los múltiples desafíos diarios, como estar atascado en el tráfico, cumplir con fechas límites, y pagar las cuentas, puede empujarte más allá de tu capacidad para enfrentarlos.
Para tu protección, tu cerebro viene con una conexión permanente a una alarma. Cuando percibe una amenaza, manda señales a tu cuerpo para que libere una salva de hormonas que aceleran tu ritmo cardíaco y eleva tu presión arterial. La respuesta para luchar o huir te da energía para enfrentar la amenaza.
Una vez que la amenaza desaparece, se supone que tu cuerpo va a regresar a un estado normal y de relajamiento. Desafortunadamente, las complicaciones que no cesan de la vida moderna hacen que los sistemas de alarma de algunas personas rara vez se desconecten.
El control del estrés te da una variedad de herramientas para reiniciar tu sistema de alarma. Puede ayudar a que tu cuerpo y tu mente se adapten (resiliencia). Sin este control, tu cuerpo quizás esté en un alerta permanente. Con el tiempo, el estrés crónico puede llevar a problemas de salud graves.
Todos sentimos estrés en algún momento, pero… ¿cómo saber si el estrés está volviéndose perjudicial?
“Creo que algunas de las señales críticas son el no ser capaz de hacer actividades importantes, como no poder recordar las citas o el trabajo, o el esperar hasta el último momento para hacer cosas importantes, como pagar las cuentas, ir al supermercado o atender asuntos familiares”, señala Beth Rush, neuropsicóloga de Mayo Clinic.
“Cuando el estrés llega al punto en que uno ya no puede funcionar adecuadamente, esa podría ser la señal de algo más grave”, explica Rush. En ese caso, hay que ir donde el proveedor de atención médica para tomar medidas y manejar el estrés.
“Algo serio podría estar ocurriendo, como ansiedad o depresión, las cuales deben evaluarse y tratarse”.
La investigadora dice que el estrés es impredecible y que es importante cuidar de uno mismo.
“Duerma lo suficiente, coma bien y haga ejercicio. Busque señales de estrés en usted mismo, controle sus emociones y cuando lo necesite, descanse un poco de la actividad, la estimulación o la interacción en la que esté”, concluye Rush.
Qué sucede con el estrés a largo plazo?
Las situaciones estresantes a las cuales nos exponemos, si no son manejadas adecuadamente pueden provocar mucho más que un simple dolor de cabeza, mal sueño o irritabilidad. El estrés agudo puede llevar a desarrollar enfermedades cardíacas entre otras consecuencias mucho más serias.
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Preguntas frecuentes de nuestros lectores:
El estrés es una respuesta física y emocional del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes o desafiantes. Puede ser desencadenado por diversos factores, como el trabajo, las relaciones personales, los problemas financieros o la salud.
Los síntomas del estrés pueden variar de una persona a otra, pero pueden incluir ansiedad, irritabilidad, dificultad para concentrarse, cambios en el apetito, insomnio, fatiga, dolores de cabeza, dolores musculares y tensión en el cuerpo.
El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud física y mental. Puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como enfermedades cardíacas, diabetes, trastornos del sueño, depresión y ansiedad. También puede afectar la calidad de vida y el bienestar general.
Hay muchas estrategias para manejar el estrés, que incluyen técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y el yoga, el ejercicio regular, una alimentación saludable, dormir lo suficiente, establecer límites claros, practicar el autocuidado y buscar apoyo social. Es importante encontrar lo que funciona mejor para cada persona.
Si el estrés interfiere significativamente con tu vida diaria, tu salud o tus relaciones, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta, consejero o médico puede proporcionar apoyo, evaluación y tratamiento para manejar el estrés de manera efectiva.
El estrés en el trabajo puede afectar negativamente el rendimiento laboral, la satisfacción laboral y la salud física y mental de los empleados. Puede provocar absentismo laboral, conflictos en el lugar de trabajo, agotamiento y problemas de salud relacionados con el trabajo. Es importante que los empleadores tomen medidas para reducir el estrés en el lugar de trabajo y apoyar la salud mental de sus empleados.
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Last modified: 2024-09-07T23:36:00+10:00